marzo 18, 2008

Cuando se pierden en el bosque

Vamos a seguir un poquito con Sondheim. Si ayer hablaba de Sweeney, hoy le toca a Into the Woods (Boscos Endins), obra de teatro del mismo autor y que es, sin duda, uno de los autores de musicales más importantes y más buenos que existen (lo avalan todos los premios, las buenas críticas y el éxito de sus espectáculos).

Into the Woods narra la historia de los cuentos infantiles, desde una perspectiva adulta, y se aventura a imaginar que debió pasar después del "todos vivieron felices y comieron perdices". La idea es original, las canciones son muy buenas y creo que en conjunto es una buena obra.

Pero entonces llega Dagoll Dagom y su Boscos Endins. Y convierte una obra adulta en una obra para todos los públicos. Estoy convencido que esta obra podía ser mucho más transgresora de lo que es actualmente. Y todo se reduce a que Dagoll Dagom no se ha atrevido a hacer una obra para adultos y dejarla en una obra para la abuela y el niño (como sabiamente decía la canción del grand prix).

Salvo varias cosas: la caperucita roja, la escenografía, el libreto y la música de Sondheim (muy bien traducida por el señor Vives, padre de un compañero mío de la ESCAC, por cierto). El resto, me esperaba más.

1 comentario:

Roser Goula dijo...

Celebro que te gustara la actuación de caperucita ^.^

Supongo que soy más fan incondicional de los musicales que tú y no puedo verle tantos aspectos negativos... Aunque entiendo tu visión (muy crítica, por cierto! bravo por ti!)

En cuanto a Sweeney Tod... No me he leído el libro per estoy de acuerdo contigo. Podría haber sido más. Ay, Mr Burton, déjese de tanto asesino y deléitenos con su monstruitos de plastelina por favor!

Un beso! :D